Descripción
Libro El cartero llama dos veces. Sinopsis libro, reseña libro. La fama de las dos versiones cinematográficas de esta extraordinaria novela, clásico entre los clásicos de la film noir, quizás haya podido ocultar la maestría de James M. Cain. Pero ni la película de culto filmada en los años 40 por Tay Garnett ni la rodada en 1981 de Rob Rafelson -protagonizadas por Jack Nicholson y Jessica Lange-, como tampoco la libre adaptación que de ella hizo Visconti en Obsesión, logran superar tensión y el impacto que causa en el lector la lectura de la obra que Cain publicó en 1934. Hoy sigue siendo una de las cumbres espeluznantes del género negro.
El argumento convoca pasiones desbordantes, codicia compulsiva, mentira ilimitada y un destino infranqueable, el material con el que James M. Cain ha pervivido como uno de los referentes de una literatura que resiste como pocas el paso del tiempo. Frank Chambers, un trotamundos sin empleo, narra en primera persona la atracción que siente por Cora Papadakis, la esposa de un emigrante de origen griego propietario de una taberna en California, y cómo se vuelven amantes unidos por el ardor y la ambición. Pero no será tan fácil librarse del viejo marido. Y habrá que contar, además, con el inescrutable destino: ese cartero que siempre llama dos veces. Libro El cartero llama dos veces.
María Laura –
Hay historias que a pesar de conocer la trama y su desenlace no puedes dejar de leer, sobre todo si se tiene en cuenta que la Novela de James M. Cain es lectura obligada para un aficionado a la novela negra…Cora Papadakis es una ex aspirante a actriz y ex camarera, casada con un hombre por interés y Frank Chambers un vagabundo buscavidas. Ella una mujer fatal, él un cínico, dos perdedores sin escrúpulos unidos por la pasión, un crimen perfecto y la fatalidad. . Prosa directa si florituras pero efectiva y excelentes diálogos.
Me quedo con esta cita:
“Mira, Frank: nosotros no somos más que dos despojos. Aquella noche, Dios nos besó en la frente y nos dio todo lo que dos personas pueden tener en esta vida. Pero no éramos de la misma madera que los que pueden tenerlo. Teníamos todo ese amor y no supimos defenderlo. El amor es como un poderoso motor de avión, con el cual uno puede volar hasta lo más alto de la montaña; pero si ese motor, en lugar de colocarlo en un avión, lo pones en un Ford, lo despedaza en unos segundos. Y nosotros no somos más que eso, Frank: un par de Fords.”